jueves, 11 de agosto de 2016

¿Conoces la historia de nuestro centro de Bravo Murillo?

El barrio de Tetuán, al norte de Madrid se origina como consecuencia de un asentamiento militar allá por 1860, y la arteria principal del distrito, la calle Bravo Murillo, albergó un gran número de salas de cine que han dejado huella hasta el día de hoy.



Desde Chamartín hasta la glorieta de Cuatro Caminos son varios los edificios que, unos de un modo más fiel que otros, nos transportan al recuerdo de las antiguas salas de cine.

Uno de ellos es nuestro centro de la calle Bravo Murillo 160, que conservando la estructura original (1928), aun consigue despertar la memoria de algunos vecinos.


http://historias-matritenses.blogspot.com.es/2010/05/cines-del-barrio-de-tetuan.html

Una obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto que esconde dramáticas tramas de nuestra Historia, como la presentación del himno falangista en febrero de 1936 o los discursos del bando comunista, hechos que fueron el caldo de cultivo de la Guerra Civil.  De hecho, el edificio fue requisado por los anarquistas para convertirlo en una checa, es decir, se usaron sus instalaciones para llevar a cabo torturas, interrogatorios y ejecuciones al margen de la ley durante el periodo bélico.






A pesar de que ahora se encuentra la exposición de baños de nuestro centro, el sótano del Cinema  Europa fue escenario de los cruentos episodios, que en su mayoría se produjeron de la mano del bando republicano una vez que comenzó la guerra. Un conocido verdugo anarquista fue Felipe Sandoval, que tras una larga trayectoria revolucionaria sindical, terminó dirigiendo la checa de Cuatro Caminos marcado por la venganza, por lo que finalmente fue repudiado incluso por sus propios compañeros.



Exposición de baños en la planta sótano





En los años 50, el cine sufrió su primera reforma, despojándola de sus componentes más simbólicos, que posteriormente Eugenio Pereda intentó recuperar para devolverle, en la medida de lo posible, su aspecto original.



                                                                                 






























En cualquier caso, para los amantes de la Historia o los curiosos, merece la pena visitarnos y conocer un emblemático edificio de nuestra ciudad.